Vi tu orgullo y recordé:
las veces que aplaqué,
los momentos que callé,
el dolor que no confesé
cuando pisabas el mío.
Vi tu odio y arrinconé:
cada estocada recibida,
mi enfado ante lo injusto.
Y busqué como combatir su raíz
sabiéndote enfermo de tanta sospecha.
Vi tu orgullo vestido de odio.
Intenté estimular tu lado humano
hasta que mi orgullo,
cansado de tus envites,
puso fin a tu estancia en mi vida.
_________________
Autor: Sole Moreira
Derechos reservados