Me imaginabas aliento fresco al leer lo que la tinta narra,
caricia escrita por ti provocada, besos hablados…
Y me llamabas tu ángel, peligro infantil,
despertar de posibilidades envueltas, ensueño.
Me imaginabas atrayente perfume impreso en cada página,
alegría, pasión exhalada en cada palabra.
Y me llamabas diablillo, juguete prohibido,
anhelo de verano en cada noche de invierno.
Y ahora ya no es suficiente mi lectura,
te apremia absorber mi esencia,
hacer de mi palabra tu palabra.
Ahora te eriges pirata sin alma y mi novela dice no a tus demandas.
Recelosa de ser robada, sabiéndose capricho en tu mirada,
dice no a tus demandas mientras cierra sus encuadernadas páginas.
________________________
Autor: Sole Moreira