Fracturado el pensamiento la escarcha se hizo llanto, la lluvia afilada garra, el viento…el viento soledad. Fracturado todo paso el minuto habló de astío, la hora clamó olvido, el día…el día dormida paz. Y en la soledad del viento, cobijado por la aparente paz, decidió que ya era tiempo. ¡Tiempo de embeber cada fragmentoSigue leyendo «Ave Fénix»