Adolescencia caminando hacia la madured, timidos capullos oliendo a primavera… Ella vigilaba no nos quemara la helada ¿Recuerdas? Recuerda: la huella y el perfume a primavera de su abrazo, el afecto impreso en cada regaño. El cariño se mantiene y la distancia se hace nada. Nada porque, a pesar de la alta montaña,Sigue leyendo «Etérea»