Basta un momento, un pequeño instante
para que toda razón deje de tener valor,
para dejarte llevar por un impulso,
para actuar sin medir consecuencias.
Una casualidad, un encuentro imprevisto
gustos afines…mundos opuestos…
la visión de lo malo, lo incorrecto,
la necesidad innata de reparar lo incorregible.
La vida se compone de asumir riesgos,
pero hay riesgos que tan solo aportan intranquilidad,
riesgos que llegan a poner tu vida patas arriba,
riesgos con un cartel enorme que dice «Escapa»
Será mejor dejarnos de valentías indebidas,
aceptar nuestra impotencia ante el reto indebido,
no buscar posibilidades ante lo imposible,
tomar una tangente y cambiar de ruta.
Asume riesgos, sí claro que sí
pero evita daños irreparables.
Autor: Sole Moreira
Fotografía: de la red
Derechos reservados