Seres prepotentes, seres que pisan sin mirar, seres irreflexivos, sordos ante el mundo. Únicos dueños de lo verdadero, pues no admiten más verdad que la suya.
Astutos, recelosos… acechando en cada esquina. Porque…aunque oigan… no escuchan, tan solo buscan mentira en cuanto dices.
Porque… ellos son verdaderos maestros del arte de mentir y no conciben vida sin mentira.
Seres con mil amigos y ninguno a la vez, personajes solitarios odiando su soledad.
Y es que…si alguna vez llegas a quererlos, ellos solos se ocupan de alejarte.
¿Por qué es tan importante ser más que el otro?
¿Por qué es tan necesario sentirse siempre dueño de la verdad?
¿Por qué esa necesidad de dirigir toda vida?
Todos somos meros actores de lo que llamamos vida, y cada uno tiene un papel importante dentro del acto que le ha tocado representar.
Ni por un momento pienses, que tu papel será más importante por erigirte director y amo de cuanto te rodea. Porque, al igual que todos, eres un actor más.
Pero date un respiro, da un respiro a cuantos te rodean y…comienza a entender que es posible confiar, es posible la amistad.
Por que los que sí creemos en ella al final venceremos.