Hasta la bisagra más herrumbrosa, la olvidada en pos del ajetreo, te conducirá a más de mil batallas. Hasta la más sabia de sus maderas, aquella que casi se desgarra, seguirá sintiendo en algún momento desvalida su verdad. Pero, a pesar de la herrumbre, o el dolor del desgarro, seguirá siendo puerta abierta al quizás.Sigue leyendo «Te rescato vida»
